Escribir podría ser un ejercicio que me hiciera sudar, gotas insípidadas que no me reconociera la máquina
podría contar tantas mentiras...
Pero ahora no, sólo me salen verdades
será la edad de la putrefacción, donde nada me puede ya, convertir en vulnerable
escribo y escribo...
Permito que broten las palabras sin control
(seguro apreciaréis lo poco que me importa lo que piense nadie)
sólo quiero poder compartir lo que llegue a mi cabeza
sin filtro
ni alabanzas
ni control
ni crítica
ni palmaditas...
Aquí muto
y soy libre porque no me detengo,
porque no me detienes.
Pregunta mi nombre
requiere mi apellido
de lejos indaga
de cerca escruta.
Yo no tengo porqué explicar
no tengo porqué justificar
llegó la hora de la no renuncia
runiré el valor que el verbo me otorga
resistiré cambiando
adoptando lo que me entregues
y aquí, y así, seguiré...
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