Respeta la obra, respeta al autor

Respeta la obra, respeta al autor
RESPETA LA OBRA, RESPETA AL AUTOR
Había una vez, una escritora que no sabía que lo era
una editora que vagaba a su encuentro que tampoco sabía que lo era. Un batallón de antipáticos sucesos abrieron sus ojos, su cerebro comenzó a gestar una idea. La idea peregrina cómo no, suponía renuncias, cambios, desencuentros, abandonos, censuras, y muchas muchas palabras deshabitadas de afecto.
Resulto que las dos estaban más cerca de lo que creían...

Atrevid@s si lo son, continuen...

No hay comentarios:

Publicar un comentario