Respeta la obra, respeta al autor

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RESPETA LA OBRA, RESPETA AL AUTOR

OTRO MUNDO POR LARA RÍOS

Hay un mar desconocido
Un astro que envejece
Todo es demasiado lento
Tan sólo se nos cae el pelo
Pero el verdugo se preocupa y nos ayuda
No creo que nadie le ceda su plaza a un hipopótamo en la nave nodriza
Sólo el verdugo puede hacer eso y cederle la tuya
Por eso colecciona semillas
Colecciona genes por eso
Nadie nos está envenenando
La naturaleza nos protege
El estómago todavía es viejo
No hubiéramos ido más allá del puente
Hay que dar gracias por su legado
O  dejar de pensar y olvidar el paraguas de la tormenta solar
Abandonar las escuelas y fundar una institución del silencio
Buscar un maestro acróbata entre las piedras del dolor
Yo miento como le miente el amor a un niño
Los reyes magos existen mientras exista su nombre
Dios existía hasta que alguien lo nombró
Claro que esto es mi punto de vista
La academia de las abejas contradice la teoría del color
Y los orines de un conejo son neones para el águila
Por la leyenda de un bosque vuelan pájaros que llevan en el pecho
Manchas del color de la sangre derramada
Yo mastico el verde
Mastico el rojo y el naranja
Mastico el amarillo e inspiro azul porque no aspiro al nirvana
Inspiro odio porque me desconozco en la medida exacta
Si se pinta un cielo azul se aclara o empalidece con blanco de titanio
Una pizca de rojo a medida que se acerca al horizonte
El verdugo transforma el paisaje en su medida
Arranca los colores del mapa del mundo como un astro despiadado
Mi camino es poesía y aprendo del verdugo
Y del que va mirando al cielo para no pisar las flores
Invento constelaciones en el mapa de los días
Me tumbo en la hierba boca arriba
Y escribo cartas de amor en las almohadas de la tierra
En parajes donde se rompe a cada instante el mundo de cualquier semilla
El hombre crece y se multiplica
Y el verdugo viene a poner orden
El hombre nace
Llora y lo rematan con un lazo
Pero el hombre crece y se multiplica
Cada nota levanta una columna de aire hasta encontrarse en otra altura
La belleza de una lágrima es el prisma del silencio
El sabor de la huella del salitre
Hay que extraer
Del mármol el blanco en el establo de Calígula
De las venas el violeta en las cámaras de Hitler
Del miedo el amarillo en las pirámides de Moctezuma
Hay que extraer el azúcar de la sal en las tripas del azul
Porque el mar es la jalea de la reina que regresa de su vuelo
A su celda de los cielos preñada de ríos
Y un día llegará la muerte con sus manos de aceite vestida de alienígena
Y por fin desatará el nudo del ombligo

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