Respeta la obra, respeta al autor

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RESPETA LA OBRA, RESPETA AL AUTOR

OPORTO BLUES POR ALFONSO XEN RABANAL

Hace ya mucho tiempo que rompí el espejo que esta sociedad me puso frente a los ojos en cuanto los abrí. Ahora, desnudo y fumando, me dedico a contemplar la noche serena de Oporto apoyado en la ventana de esta pensión... y me pierdo entre sus sombras de colores, sigo el rastro de esos murciélagos que de día se disfrazan de gaviotas, tropiezo con las estrellas que siempre me han guiado aun sin verlas entre la niebla, saboreo el cansancio en mis piernas, anhelo otra Super Bock, mientras pienso en estos últimos meses.
Hoy, entre cuesta y cuesta, sorprendido ante los milagros de esta ciudad, me he dado cuenta de que necesitaba cantarme para cantarte. Sabía que al buscarme, aunque fuese tropezando de barra en barra, te encontraría. Necesitaba ser de la luz sus partículas, pues mi grito es todo lo que soy... fragmentos que han de adquirir forma de onda cuando me observes.
No soy un ser humano completo... y me alegro... pues existen muchas cosas que desconozco, y ya no quiero aprenderlas solo. Ya he recorrido demasiados kilómetros en silencio, con los colores que en mí se recluyeron... de los que devine en oscuro.
Sé que formo parte de esa tierra de nadie en donde dos eslabones se
friccionan, no pertenezco a lo que muere pero no alcanzo a ver futuro... por ello reconozco mi vacío e intento llenarme con mis sentidos de animal... todo en mí chirría pero de ese crujido me surto, de ahí nace el grito de mi Blues, lo que te canto desde el punto ciego de un alma extirpada, donde miro hacia el abismo, ese que no siempre es hacia abajo, donde se filtraron demasiadas lágrimas que nunca afloraron, las mismas que me oxidaron, las que me destruyen y alimentan... porque ese óxido soy yo... es mi rastro de tantos años de camino solitario, buscando una revolución que no se vendiese, redactando manifiestos cuyo primer punto debía rellenarlo cada uno desde dentro... los siguientes siguen en blanco... siempre esperando la destrucción de los espejos.
Hoy quiero camino, necesito camino. He roto todos los mapas y sólo me fío del satélite de mi instinto... el que hoy me lleva hacia ti contigo.
No sé nada de finales pues mi hábitat es la frontera entre dos mundos que siempre han puesto peajes para acercarse a mí... todos me apuntan con sus armas... por ello, cuando se matan, puede parecer que disparo contra todos.
He buscado y sigo buscando aquello que, a cada paso, se diluye como espejismo. Puede que viva en un espejismo o puede que, ante el polvo de mi avance, los espejismos desaparezcan.
Me enorgullezco de saber leer entre las sombras. Admiro los edificios viejos, el asfalto cuarteado, la Flor Negra que nace entre las grietas de los colores de Oporto... me identifico con ella... pues soy nacido de la rotura del tiempo, sin luz, alimentándome del legado de otras estrellas que no se ven bajo la luz social del día.
Para mí eres la Perla Negra, en tu cuerpo la encuentro y sólo en tu clítoris puedo leer futuro y pasado y trasciendo. Contigo veo más allá de esa luz falsa, la que sólo alumbra al desfile de la virtualidad de la máscara.
Lo que quería decirte es que excitas en mí las dos neuronas que me quedan: la de ahí arriba... y esa otra que está a mitad de camino de ningún sitio...
el camino
...

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