Nadie, me has oído, nadie
interrumpirá la aurora
el día nacerá,
cobraré la factura al sol.
Ayer me dejo muerto
el pie del que hoy estiras el podrido calcetín.
No dejes el espasmo
es bueno para la creación
no, la melancolía es para ése
sí, el débil que pasea por la plaza
no, la mayor no,
la promesa de estar sin un rumbo latino,
ES QUE MI AMOL SE VA...
Nadie te asegura ser perdedor
pero qué hay de malo en tener un poco de éxito
a lo mejor el que te pase la mano por la chepa
sabe más de ti, figura que tendrá suerte,
¡pobre diablo!
Nadie te arrebañará la ausencia
cuando estes muerto
pero, si miras bien
contempla lo feo, pálido y ronco que está el mundo conocido.
No nos hablemos más de amores diurnos
cuando Leticia/Lutecia frecuentaba los placeres de la carne
a Umbral se le ponía frenética la existencia de verbo punzante.
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